CHILENOS POR LA DEFENSA DE LAS BALLENAS

Luchemos por terminar con la caza científica

miércoles, 23 de junio de 2010

Chile ratifica su postura contra la caza de ballenas

En el marco de las deliberaciones que tienen lugar en la Comisión Ballenera Internacional referentes a la cacería de ballenas en aguas internacionales, el Ministerio de Relaciones Exteriores aseveró que Chile se opone terminantemente a la cacería comercial de cetáceos.
A través de un comunicado la Cancillería expresó que “Chile se opone terminantemente a la cacería comercial de ballenas y postula sólo su uso no letal, como el turismo de observación”.

En ese sentido, precisa que “promueve la mantención de la moratoria para la cacería comercial y el respeto a los santuarios establecidos. Del mismo modo, busca el fin de la cacería científica de Japón y la caza comercial bajo reserva de Noruega e Islandia”.

“La actual situación no favorece la conservación de las ballenas, puesto que el presente régimen permite la continuación de la cacería científica y la caza comercial bajo reserva, sin que se considere la opinión contraria de la mayoría de los miembros de la Comisión Ballenera Internacional”, agrega el texto.

Chile es representado en la reunión de ese organismo que se efectúa durante esta semana en Marruecos por su Comisionado Alterno, José Fernández, quien tiene instrucciones precisas de postular la política arriba reseñada.

“Finalmente, es del caso señalar que conforme a la legislación nacional en las aguas jurisdiccionales de Chile está completamente prohibida la cacería de ballenas”, señala la Secretaría de Estado.

domingo, 20 de junio de 2010

¿Protege a las ballenas regular su caza?

El País.- El lenguaje es lo más importante en diplomacia. Así lo deja claro la lectura de la propuesta del presidente de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), el chileno Christian Maqueira, sobre el futuro de la caza de ballenas y con la que pretende avanzar después de 25 años de parálisis. En el primer punto explica que "la moratoria se mantiene". Pero inmediatamente crea cuotas comerciales para Japón, un país que actualmente caza ballenas, supuestamente, con fines científicos. Así que la CBI debate a partir del lunes en Agadir (Marruecos) algo aparentemente imposible: mantener la moratoria para cazar ballenas y a la vez incluir nueva caza comercial pero con muchos más controles.
Puntos clave de la polémica:
- El plan evitaría la muerte de 14.000 cetáceos en 10 años, según la Comisión Ballenera.
- La propuesta necesita el apoyo del 75% de los 88 países miembros- La UE no aclara su postura pero frena la intención danesa de pescar otra especie- Australia afirma que el resultado "puede ser terrible" para estos animales
Los ecologistas ven la botella medio vacía, pero hay científicos y diplomáticos que la ven medio llena. "Estábamos preparados para una dura contienda. Pero lo hacemos por el bien de la conservación", afirmó en un comunicado Anthony Liverpool, el vicepresidente de la comisión, que tiene 88 países miembros.
La presidencia, tras consultar con un grupo de 13 países representativos, y cansada de reunirse año tras año sin dar un paso, presentó en abril lo que define como una decisión de consenso para mejorar la convención. El plan da la puntilla a la caza científica, que Japón realiza sin apenas controles internacionales; impide que nuevos países se sumen a la práctica (nadie más allá de Islandia, Noruega, Dinamarca y Japón); pone bajo control de la CBI la caza de todas las ballenas (actualmente solo controla la llamada caza aborigen), y fija cuotas para todos los países (que en la actualidad establece cada uno).Además, los barcos deberían tener observadores internacionales, los mercados controles genéticos, se prohíbe la exportación de carne de ballena y se establece el uso de métodos de muerte lo menos dañinos posibles. Finalmente, el acuerdo crearía un santuario antártico, una zona clave para la reproducción y la alimentación de las principales especies balleneras.La moratoria ha sido, junto con el Protocolo de Montreal contra el agujero de ozono, el mayor tratado internacional a favor del medio ambiente. La población de ballenas, a punto del desastre en los ochenta, se recupera, aunque sigue lejos de los niveles de siglos pasados.Pero las lagunas del veto han sido evidentes. Islandia y Noruega no se sintieron vinculadas y siguieron cazándolas. Japón, que en principio sí firmó, viendo su ejemplo optó por llevar a cabo un programa científico en el que anualmente captura unos 850 ejemplares de rorcual aliblanco (alega que la población supera los 700.000 ejemplares), y otros 100 de otras dos especies, entre ellas el rorcual común, una de las mayores que existen. Muchas de ellas las caza lejos de sus aguas, cerca de la Antártida. Lo de los fines científicos es mucho decir. Aunque el Ejecutivo japonés insiste en que sin matar ballenas no se puede, por ejemplo, conocer la edad de un cetáceo, la realidad es que buena parte de ellas acaban en el plato o en cosméticos.Con el plan de la CBI, Japón pasaría a pescar 400 rorcuales aliblancos, la mitad de lo que caza actualmente. La propuesta evitaría la muerte de 14.000 ballenas en 10 años "si se mantuvieran las cuotas de captura del año 2009", según sus impulsores, o 3.200 con la media anual de capturas entre 2005 y 2009. La diferencia radica en que la caza científica no ha hecho más que crecer.Japón llega a la CBI dispuesta a negociar para romper el statu quo. "Negociaremos tranquilamente con otros Estados miembros para alcanzar un acuerdo aceptable basado en la propuesta del presidente", declaró a Reuters Takashi Mori, un responsable de la agencia pesquera japonesa. Pero a la vez, Tokio ha anunciado que si nada cambia podría dejar la comisión. Es algo con lo que ha amenazado muchas veces pero que, de consumarse, sería un golpe muy duro para el organismo, ya que dejaría de tener bajo su control -por pequeño que sea- a la flota japonesa.Australia y Nueva Zelanda, mientras, se oponen radicalmente a cualquier caza y mantienen un largo contencioso con Japón. El ministro de Medio Ambiente australiano, Peter Garrett, afirmó ayer que Agadir puede acabar en un "resultado terrible, terrible para las ballenas". Garrett asistirá al tramo decisivo de la cumbre que arranca el lunes. Como en toda negociación internacional, hasta el último momento muchas partes mantienen posturas ambiguas.

La Unión Europea nuevamente decepciona en materias de conservación
La UE tuvo ayer una reunión para definir su postura. El resultado fue que, oficialmente, no hay todavía nada decidido y que los representantes allí pueden negociar. España, aún presidente de turno de la UE, ha enviado a una alta funcionaria como cabeza de la delegación y al final irá un subdirector general.Aunque la UE no está representada en la comisión, sus miembros han decidido actuar con una voz y la recomendación es de que se abstengan todos en caso de discrepancia. Esto es relevante porque la CBI tiene que aprobar sus votaciones con el 75% de los votos (algo que ayuda a explicar la parálisis). Los países europeos sí se han dado un decálogo de negociación que no impide que pueda aceptar el texto del presidente. Entre esos puntos está rechazar la pesca de nuevos tipos de ballenas, limitar las capturas en el norte y en el hemisferio sur pide un "calendario de reducción-eliminación de capturas manteniendo reconocimiento y control de santuarios reconocidos".La UE reproduce la polarización mundial. Mientras países como Reino Unido o Francia se oponen radicalmente a la caza, Dinamarca ha pedido autorizar la captura de una nueva especie -la ballena jorobada- en Groenlandia. Por eso Dinamarca advirtió ayer de que no puede apoyar la postura europea y que se reserva el derecho a votar por su cuenta.La indefinición se explica en buena parte por el temor a la opinión pública, que en los ochenta se movilizó por primera vez por un tema ambiental a favor de las ballenas. Celia Ojeda, responsable de la campaña de océanos de Greenpeace, critica la propuesta: "Es un engaño decir que la moratoria se mantiene y que a la vez se cerraría la caza científica. No tienes una moratoria si abres la caza comercial de Japón. Es una manera de dar pie a que en el futuro se cacen más ballenas de una manera legal". Ojeda critica que "Japón lleva dos décadas pescando en el santuario de la Antártida con fines científicos" y lamenta que Europa no presione contra la propuesta. WWF resaltó ayer que "tras la muerte de 725.000 rorcuales a manos de los buques balleneros, hoy el rorcual aliblanco está considerado como amenazado".Pero hay científicos que tienen otra opinión como Àlex Aguilar, catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona y experto en cetáceos: "Es mejor la pesca regulada que la situación actual, ya que en la práctica es imposible controlar a nadie. La población del rorcual aliblanco antártico, el que caza Japón, permite perfectamente una gestión con capturas y, si se pone en marcha, lo más probable es que las capturas bajen. La moratoria era transitoria y ya lleva demasiados años".La negociación es subterránea. Y a menudo turbia, con denuncias de compraventa de votos de los Estados más pequeños y que se juegan poco o nada en la contienda. Según el diario británico The Sunday Times, los Gobiernos de Costa de Marfil, las islas Marshall, Granada o Saint Kitts and Nevis negociaron con Japón la venta de sus votos a cambio de ayuda y prebendas como dinero en efectivo para sus delegados en Agadir. La información fue desmentida por todos estos países, aunque el presidente de Palau sí admitió a una radio australiana que el viaje de sus dos delegados a Marruecos corre de parte de Tokio.

Las denuncias se dan cada año. Y ahora más porque, por primera vez en años, hay algo en juego
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http://http//portal.defensaballenas.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=101&Itemid=47

domingo, 6 de junio de 2010

"Cero Caza de Ballenas"


ONG's lanzan en Chile campaña "Cero Caza de Ballenas"


SANTIAGO.- El Centro de Conservación Cetácea (CCC) junto con el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales y Ecoceanos lanzaron hoy la campaña "Cero Caza de Ballenas", en el marco de la celebración del día mundial del medioambiente.

La actividad, realizada en la costera ciudad de Viña del Mar, surgió a partir de la propuesta liderada por el presidente de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) para eliminar la moratoria sobre la caza de cetáceos que data desde 1986.En el acto también los voluntarios juntaron firmas para apoyar el documento de rechazo que estas organizaciones presentarán en la próxima reunión anual de Comisión Ballenera Internacional (CBI) que se realizará en Agadir, Marruecos, entre el 21 y 25 de junio."Buscamos concientizar y sensibilizar a la gente sobre el riesgo inminente de perder la constitución de la moratoria, sobre la prohibición de la caza de ballenas", dijo la directora ejecutiva de la CCC, Elsa Cabrera.El pasado 21 de abril la CBI anunció una propuesa que podría permitir la matanza de ballenas en el Océano Antártico, a pesar de la prohibición absoluta que este mismo organismo ha mantenido desde 1994, como un esfuerzo por mantener la cacería de estos animales bajo control.La moratoria a la caza comercial de ballenas obtenida en 1986 cuenta con las objeciones legales de Islandia y Noruega, además de el aprovechamiento de los vacíos legales por parte de Japón, país que continúa matando ballenas esgrimiendo propósitos científicos.Ante ese panorama, Cristián Maquieira propuso dar a estos países cuotas oficiales de captura por los siguientes 10 años, lo que produjo un rechazo generalizado en las organizaciones ecológicas.Incluso el ministro de Relaciones Exteriores chileno, Alfredo Moreno, tuvo que salir al paso de las críticas y aseguró que el país sudamericano mantendrá una política "por la conservación y la no caza de las ballenas"."(Maquierira) no es la persona que representa a Chile sino que realiza otra función", señaló Moreno.El Océano Antártico es la principal zona de alimentación para muchas especies en peligro de extinción como la ballena azul, la jorobada y la ballena de aleta.

viernes, 28 de mayo de 2010

Australia y Japon se enfrentaran en La Haya por las ballenas

Fuentes oficiales australianas anunciaron que presentarán documentos ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya "la próxima semana", dejando de lado la diplomacia después de reiteradas amenazas de pleito.

Mientras tanto en Tokyo se lleva a cabo un juicio contra un neozelandés, miembro de Sea Shepherd, capturado por los balleneros.

SIDNEY.- Australia anunció el viernes que la próxima semana iniciará una acción legal para que Japón cese la matanza de cientos de ballenas por año alegando motivos científicos, lo que provocó la inmediata reacción de Tokio.

Reaccionando a la decisión australiana, el ministro japonés de Pesca, Hirotaka Akamatsu, calificó dicho anuncio de "muy decepcionante", y agregó que las "investigaciones" de Japón fueron aprobadas según las normas de una moratoria internacional sobre la caza comercial de ballenas.

"Queremos que termine la matanza de ballenas en nombre de la ciencia en el Océano Austral", dijo el ministro de Protección del Medio Ambiente Peter Garrett.

El ministro australiano de Relaciones Exteriores, Stephen Smith, explicó que su gobierno no logró encontrar una solución diplomática a este problema, a pesar de las discusiones en la Comisión Internacional Ballenera (IWC, según su nombre en inglés).

"El gobierno australiano no tomó esta decisión a la ligera", puntualizó. Smith desmintió sin embargo que esa acción pudiera afectar las relaciones con Japón, uno de los principales interlocutores comerciales de Australia.

La posición de Canberra en este terreno se hizo más agresiva en los últimos meses, y advirtió a Japón que la diplomacia "podría llegar a su fin este año", al tiempo que presentaba un plan para terminar con la controversia.

Japón defendió la legalidad de su programa y calificó de "muy lamentable" el intento australiano de abolir la llamada "caza científica de ballenas" y poner fin a a esta actividad en el Océano Austral en cinco años.

El mes pasado, la IWC adoptó un compromiso proponiendo que se permita la caza de ballenas a Japón, Islandia y Noruega con el compromiso de que la diminuirán "significativamente" en diez años.

Australia se opuso firmemente a este compromiso, que fija en 410 el número de ballenas que serán cazadas en la próxima temporada -después de 500 este año- y en 205 en la temporada 2015-2016.

Nueva Zelanda también afirmó que estaba examinando una acción contra Japón en la CIJ, y su ministro de Relaciones Exteriores, Murray McCully, anunció una decisión al respecto "en las próximas semanas".

Ambos países se han opuesto enérgicamente a la actividad ballenera de Japón, que ese país lleva a cabo gracias a una laguna jurídica en la moratoria internacional de 1986 que permite la cacería con fines "científicos".


Juicio a un miembro de Sea Shepherd

En este contexto, esta semana comenzó en Tokio el proceso contra el neozelandés Pete Bethune, acusado de abordar un ballenero como represalia por el hundimiento de una lancha ultramoderna de la organización ecologista Sea Shepherd Conservation Society, luego de ser embestida por el navío japonés.

Bethune, de 45 años, fue capturado por los balleneros y entregado en Japón a los guardacostas que lo acusaron de obstaculizar una actividad comercial, violación y destrucción de propiedad privada, posesión de armas y asalto.

El veredicto podría ser pronunciado en junio y Bethune es pasible de una condena de hasta 15 años de cárcel. La próxima reunión de la Comisión Ballenera Internacional está prevista para junio en Agadir, Marruecos.

martes, 18 de mayo de 2010

Latinoamerica unida contra la caza se reune en Costa Rica

Agencia Francesa de Noticias (AFP)

SAN JOSÉ — Once países latinoamericanos, partidarios de prohibir totalmente la caza de ballenas, se reúnen a partir del martes en Costa Rica para definir su postura en la próxima conferencia de la Comisión Ballenera Internacional (CBI).
La cita de tres días, en la que se reunirán los 11 países conservacionistas latinoamericanos de la CBI que integran el llamado Grupo de Buenos Aires, será inaugurada por la viceministra costarricense del Ambiente, Ana Lorena Guevara, y asistirá el presidente de la CBI, el chileno Cristián Maquieira.




La CBI celebrará en junio en Agadir, Marruecos, su 62ª conferencia anual en el marco de una ácida disputa entre los japoneses, ardientes defensores de la caza "científica" de cetáceos, y los australianos y latinoamericanos, que quieren prohibirla por completo.
"Nuestro país mantiene una posición conservacionista sólida en contra de la cacería de ballenas, lo cual se hace notar al ser anfitrión de esta reunión", dijo el comisionado científico de Costa Rica ante la CBI, Javier Rodríguez.
El lunes se inició en San José una reunión paralela de organizaciones ambientalistas latinoamericanas para definir una posición conjunta sobre este tema, que ha causado muchos roces entre los 88 países integrantes de la CBI.
La Comisión hizo pública el 22 de abril una propuesta por la cual Tokio tendría que disminuir en tres cuartos la cantidad de ballenas que captura, pero la iniciativa no está exenta de polémica, pues implica concesiones a Japón y a otros países que apoyan la caza de estos animales.
Sin embargo, Maquieira cree que este proyecto implica un avance, pues el mantenimiento del statu quo "no es factible".
En 1986 la CBI impuso una moratoria por tiempo ilimitado a la caza comercial de ballenas. Sin embargo, la Comisión autoriza cuotas de caza con "fines científicos" practicada sobre todo en Japón.
Noruega e Islandia, en tanto, se niegan a cumplir con la moratoria de la CBI y siguen cazando con fines comerciales. Desde la adopción de la moratoria, han sido cazadas unas 40.000 ballenas en el mundo, principalmente por Japón, Noruega e Islandia.
La Comisión, fundada en 1946, está paralizada por las disputas entre los países cazadores, que juzgan exageradas las amenazas que pesan sobre estos animales, y los protectores, que exigen mantener la prohibición de la pesca comercial.
La propuesta que será votada en la conferencia de Marruecos fija un plan a 10 años en el cual Japón debería reducir --aunque sin terminar-- la caza de ballenas en aguas de la Antártida, una práctica muy criticada por Australia y los países latinoamericanos.
La Comisión, que condujo meses de negociaciones entre las grandes potencias, afirma que el plan representa un "delicado balance de concesiones" y que "no se puede decir que nadie salga ganando o perdiendo".
El compromiso también permitiría la caza de ballenas en esos 10 años por parte de Noruega e Islandia, además de Japón, pero impediría a los otros países sumarse a esta actividad.
Elsa Cabrera, del Centro de Conservación Cetácea de Chile, dijo que existe "una gran preocupación" por esta propuesta, "ya que levanta de facto la moratoria sobre la caza comercial, destruyendo el mayor logro en la historia del derecho ambiental internacional".
El Grupo de Buenos Aires lo componen Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, México, Nicaragua, Panamá, Perú y Uruguay.

viernes, 21 de agosto de 2009

Encuentro cercano con una jorobada

Buzo “choca los cinco” con una ballena jorobada de 15 metros. Un sólo movimiento brusco del colosal mamífero podría haber matado al buzo, sin embargo, esta ballena decidió ser amigable con Marco Queral.

































Para ver más fotos ingresa a www.defensaballenas.cl

martes, 11 de agosto de 2009

La difícil convivencia entre humanos y ballenas


Una serie de estudios ha confirmado que estos grandes cetáceos están muy lejos de poseer la ferocidad que les atribuyó la literatura y las historias de marinos.
Por Sebastián Urbina, 09/08/2009
latercera.com

Ha sido una larga historia de amor y odio. Las ballenas siempre han cautivado a la humanidad y, de hecho, en el siglo primero antes de Cristo, un esqueleto de este cetáceo fue trasladado desde Palestina hasta Roma, sólo para ser admirado por el público. Con el tiempo, otros esqueletos sirvieron de exposición itinerante en diversos países.



Una ballena azul que quedó varada en la costa de Suecia en 1860, fue convertida en una especie de café, que por años se trasladó por las principales ciudades de Europa. Las personas daban un paseo ingresando por la boca de la ballena, tomaban té en su interior antes de salir, al estilo de Jonás, de vuelta a la luz del día.

Numerosas historias de marinos revelaban la ferocidad de las ballenas cuando se les intentaba cazar. Sólo recientemente, se ha entendido que estos mamíferos tienen una alta capacidad de socialización, cooperación y aprendizaje, similar a la especie humana. Por esta razón, cuando se sienten agredidos responden atacando a sus enemigos, ya que están defendiendo a la manada y, sobre todo, a sus crías.

Con la prohibición y la limitación de su cacería desde mediados del siglo pasado, en muchas zonas del mundo la relación de estos cetáceos con los pescadores ha cambiado radicalmente. En muchos lugares, hoy son un atractivo turístico, ya que la convivencia pacífica les ha enseñado a confiar en nosotros. Se acercan a los botes y dejan que las personas las toquen y las acaricien. Y para esto no es necesario atraerlas con comida u otros señuelos, su acercamiento es espontáneo.

A pesar de este nuevo panorama, las ballenas no han dejado de verse afectadas negativamente en la convivencia con los hombres. Sin considerar a los países que siguen dándoles muerte para consumir su carne, el tráfico marítimo y el derrame de químicos siguen afectando a estos animales.

Destaca el problema de los ejercicios navales que realizan algunos países, en que disparan, hacen explotar bombas submarinas y utilizan el llamado sonar. Hoy sabemos que estas tecnologías les causa derrame en sus oídos y en sus cerebros, lo que las desorienta y las lleva a varar en forma masiva en las costas, donde finalmente mueren.

En Estados Unidos, esta situación está en manos de la Corte Suprema, donde se enfrentan los grupos conservacionistas con la Marina. Esta última advierte que de prohibirse los ejercicios en forma definitiva, la seguridad nacional estaría en riesgo.